jueves, 16 de enero de 2014

De cómo llegas a conocer a tus amigos...

... y aún en la distancia te das cuenta de que no pasan por buenos momentos.

Hace días que vengo dándole vueltas a la cabeza. Ella no me cuenta nada, no quiere preocuparme, aunque en realidad no es por eso por lo que no abre la boca, sino porque ella es así. Prefiere aguantar el tirón y solucionar sus propios problemas, y cuando siente que ya lo tiene solucionado y superado... sólo entonces se atreve a contarte superficialmente todo lo que ha estado pasando.

La conozco desde hace más de 6 años, desde que iniciamos la universidad en la misma carrera, en el mismo curso y en el mismo grupo. A lo largo de todo este tiempo hemos reido y llorado juntas, nos hemos aconsejado, o simplemente escuchado cuando lo necesitabamos. Hemos pasado por etapas en nuestra amistad, unas mejores, otras peores. Hace un par de años que acabamos la carrera y dejamos de vernos todos los días, dejamos de hablar a todas horas, y dejamos de pasar tanto tiempo juntas. Ahora nos vemos mucho menos, pero disfrutamos más de los momentos que podemos compartir. Hablamos todos los días por mensajes, o por teléfono.... no importa que no tengamos nada que contarnos, simplemente saber ¿qué tal estás?

Hace varios días que la notaba distinta. No sabría decir si preocupada, enfadada, triste, distraida. No lo se, pero no era ella.... Me pareció muy raro que de la noche a la mañana lo arreglara todo para poder vernos, pero me alegré porque llevábamos mucho tiempo sin estar juntas. Y ahí lo confirmé. No estaba bien. Así que dos días más tarde le escribí:
- Por cierto cariñete, tenemos una conversación pendiente.
- Ah, si? Dime
- Cuando tengas un hueco me lo dices y quedamos a tomar café.
- Solo chicas?
- Sí, mejor.
- Pero dime, qué quieres contarme.
- Nada especial, hablar de todo un poco, charrar de nuestras cosas... pero sobre todo de cómo estás tu realmente.
- (...) Hay que ver lo bien que me conoces. Increíble.
Son muchos años ya, y aunque quiera engañarme no lo consigue.

Lo bonito de nuestra amistad es que con una sola mirada, un solo gesto, un solo comentario... ya sabemos todo lo que hay detrás. No se si lo que le pasa será grave, o es una mala racha, si tenga que ver con su vida personal o profesional. Lo único que intuyo es que sea lo que sea, necesita hablar y desahogarse, necesita quien la escuche, y no quiero dejar pasar ni un minuto más sin que sepa que puede contar conmigo para todo eso y más.

Las dos tenemos un caracter que puede llegar a ser difícil. Un poco orgullosas, un poco cabezotas... pero nos queremos a rabiar. Hemos tenido momentos en los que hemos estado distanciadas, precisamente por ese caracter nuestro, pero al final lo bueno, la amistad y todo el respeto y amor que nos tenemos han tenido más peso y hemos arreglado lo que hubiera sucedido.

Y todo esto me ha hecho traer a mi memoria una canción preciosa que expresa exactamente lo que siento.

http://www.youtube.com/watch?v=Q0PqILAGUsk

miércoles, 15 de enero de 2014

La Bella Bestia

Anoche terminé de leer el libro que lleva por título el mismo que este post. Cuenta la historia de una española, cordobesa para ser más exacta, que vivió la Alemania nazi de Hitler demasiado cerca.

La protagonista del libro es Violeta Flores, que le cuenta a un famoso editor la intimidad de una de las mujeres más crueles que ha pisado la Tierra, Irma Grese, una celadora de los campos de exterminio femeninos nazis que comenzó su... "trabajo" en Auschwitz y prosiguió su carrera en el campo de Bergen - Belsen.

La hisotria de los campos de concentración y exterminio que surgieron en la época hitleriana para acabar con la población judía y polaca ya la conocemos, en el colegio, instituto, documentales, cine, radio... es un tema recurrente y por tanto todos estamos, en mayor o menos medida, al tanto de los horrores que se vivieron en aquellos años. Pero la finalidad de este libro no es conocer la forma de proceder de estos campos, sino retratar a una mujer cruel, despiadada,malvada, que disfrutaba con lo que hacía y que estaba completamente convencida de que lo hacía por el bien de la sociedad alemana.

No sé si esta nueva forma de adentrarme en el mundo nazi me ha sorprendido por mi ignorancia lectora, es decir, si se debe a que nunca antes leí una novela sobre este mismo tema, y por tanto no se si se ha escrito algo parecido, un texto que transcurre fundamentalmente como una conversación entre dos personas, donde la protagonista cuenta su experiencia como sirvienta - esclava de Irma y de cómo vivió aquél horror desde su posición.

Mi opinión más sincera es que no se trata de un best seller, no es un libro que pasará a formar parte de los clásicos, no me parece la mejor novela que haya leido hasta este momento, pero lo que sí es cierto, es que consiguió engancharme desde las primeras 20 páginas. Desconozco, igualmente, cuánto tiene de investigación y cuándo de fantasía esta historia, pero es que con cada nuevo hecho conocido relacionado con el nazismo nunca se sabe si es cien por cien realidad o hay algo de exageracion.

Aún con ello, a lo largo del texto se apuntan algunas ideas que nos pueden hacer reflexionar sobre la forma de funcionar, las motivaciones formales y las reales de las guerras. Todo ello acompañado con una crítica bastante suave al sistema político, economico y social actual.


Aún con todos los defectos, entretenido.

martes, 14 de enero de 2014

Balones sucios

Después de meses y meses... aún la misma historia. Aún salen a la superficie comentarios, frases y demás puntillas que se suponían solucionadas, borradas y páginas pasadas. Pero parece que eso sólo ha sido así para una de las partes.

Por mucho que se intente, al otro lado hay una pared que no hace más que rebotar los balones que le caen. A veces incluso los devuelve manchados de barro. Y los vuelves a limpiar, y regresan sucios de nuevo. No hay manera.

Ha quedado demostrado que las cosas no pueden quedar como se pretende. Cuando se hace daño a las personas, uno no puede pretender que el paso del tiempo haga olvidar lo sucedido y devuelva las cosas a como estaban con anterioridad. Y menos cuando hay unos sentimientos especiales por el medio. No se puede pretender tampoco, ensuciar el balón, que te lo devuelvan limpio y quejarte porque no te trajeron dos.

Yo no he pedido barro, pero igual lo limpio, porque no me escondo de nadie, y lo que tengo que hacer es demostrar quién soy, mis principios y lo que me importan los demás. Repito que no me escondo de nadie, porque no tengo nada que temer.

Ya no se puede hacer más de lo que se ha hecho. Ya sólo me queda una tirada, y que venga el balón como quiera.


jueves, 9 de enero de 2014

... cambio de chip

Cada día puede ser maravilloso, sólo tenemos que proponérnoslo. Levantarnos con una sonrisa, mantenerla durante todo el día, disfrutar del sol, charlar con la gente, y pensar sólo en la enorme suerte que tienes de estar aquí y de tener a grandes personas a tu alrededor. Cosas pequeñas y cotidianas que muchas veces dejamos pasar sin darles la importancia que tienen porque nos centramos en las cosas que no la tienen. 

Como dice un proverbio chino "Si el problema tiene solución ¿por qué te preocupas?, y si no la tiene ¿por qué te preocupas?". Esta mañana me he levantado de manera diferente, y esta frase ha venido a mi cabeza como expresión literal de mi nuevo estado anímico. He pasado unas semanas bastante grises, en todos los aspectos, pero hoy algo ha cambiado, no sé porqué y no me importa no saberlo. 

Ahora espero retomar mi normal filosofía de vida. 

Contenta. 

martes, 7 de enero de 2014

Nuevo año y...

7 días después del inicio del nuevo año, vuelvo a escribir aquí. Hoy me encuentro más serena y con la cabeza más fría para escribir sin dejarme llevar por mis sentimientos. 

Las Navidades son unas fiestas para pasarlas en familia y para volver a estar con gente que hace tiempo con la que no conversamos. Son días en que la alegría y el buen rollo parece que inundan todo a nuestro alrededor.... Pero terminan y vuelves a la realidad. 

Donde había problemas, los sigue habiendo. Donde había una persona a la que no aguantabas, sigue estando. Donde había decepción, ahora es mayor. Donde había una hipótesis, ahora hay una certeza. 

Como digo, escribo ahora porque ya estoy un poco más serena, porque a mi vuelta a la realidad he comprobado varias cosas. Una de ellas ha sido darme cuenta que hay quien desprecia todos mis gestos, ni siquiera en este ambiente de fingida felicidad absoluta. Otra, que hay problemas que seguirán permanentemente detrás de mí, por mucho que yo quiera tenerlos delante para poder afrontarlos. Pero lo mejor que me ha ocurrido nada más comenzar este año ha sido darme cuenta de la persona que tengo a mi lado, y me he dado cuenta de todo lo que hace por mi sin que yo misma me de cuenta. Me he dado cuenta que aunque parezca que mis historias no le importen, es solo lo que parece. Estos días ha tenido a bien aconsejarme sobre qué hacer con cada frente abierto, y sobre todo me ha hablado claro sobre mi posible responsabilidad. Alguien que me quiere con independencia de mis errores, y sobre todo por mi manera de solventarlos. Eso es lo mejor de este comienzo, y puestos a hacer balances de fin de año yo hago uno de inicio de nueva etapa.