martes, 10 de septiembre de 2013

... de Miley Cyrus y el gran revuelo

En los últimos días Miley Cyrus está siendo objeto de numerosas críticas y comentarios por su actuación provocativa en una gala que se retransmitió por televisión, a lo que se le une el lanzamiento de su nuevo video musical en el que aparece en ropa interior y posteriormente desnuda. 

Y yo me pregunto qué tanto revuelo tiene que formarse por esto. ¿Se debe a que es una mujer? ¿A que es demasiado joven? ¿A que antes actuaba en Disney Channel interpretando a la idola de millones de niñas? ¿Cuál es el problema?

En primer lugar, no entiendo porqué se critica a esta joven por un baile que han protagonizado otras grandes estrellas, como JLo. Pero menos entiendo aún que se la critique a ella pero no al tío que tiene detrás y "que se deja hacer". Lo que se critica entonces qué es ¿la provocación en sí misma o que la provocación la haya propiciado una mujer? A mi todo esto me huele a convencionalismos e ideas preconcebidas sobre los roles que deben ocupar hombres y mujeres, sobre todo en lo que se refiere a las actitudes, aptitudes y comportamiento sexuales de cada sexo. 

En segundo lugar, y con respecto al vídeo musical, ¿qué tiene de malo un desnudo? Podemos criticar si el mismo viene al caso, si le da más fuerza interpretativa al tema musical, o no, o si se trata de un elemento utilizado solo para llamar la atención. Cualquier crítica acerca del papel del desnudo en el trabajo (siempre que fuera constructiva) me parece acertada, pero es que la gran mayoría de los comentarios son acerca del comportamiento de la artista como persona, descalificándola e incluso insultándola, o augurándole (casi deseándole) el fracaso.

Reflexionando sobre todo lo que está ocurriendo alrededor de Miley Cyrus,  pienso que quizá estas reacciones que desde mi punto de vista son desproporcionadas, no tendrán origen en su pasado.... y es que la artista ha sido niña Disney, ha sido una estrella infantil a la que millones de niñas seguían como ejemplo. Quizá lo que le asusta a la sociedad es conocer con anticipación la faceta sexual y provocativa de toda niña, de toda persona. Lo que me lleva una vez más a esa conclusión de que el pensamiento patriarcal sigue rigiendo, marcando, limitando, cada uno de los aspectos esenciales de las mujeres, y el sexual, por tratarse del más pudoroso, es el que causa más revuelo. 

Lo que realmente duele, al menos a mí, es que otra mujer, la directora de Vogue, haya tomado una decisión que no ayuda para nada a superar estas preconcepciones patriarcales de la sociedad, sino que ayuda a fortalecerlos. Y es que la mencionada señora descarta el reportaje que le hicieron a la artista, no solo de la portada de la revista, sino del contenido de la misma. Mientras las propias mujeres sigamos poniéndonos cortapisas, jamás alcanzaremos la plena libertad. 

Conste en acta que no soy seguidora de la cantante, pero sí soy una defensora convencida de los derechos de las mujeres. 

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cansada de tirar del carro

Después de un largo mes de vacaciones parece que tengo mucho que contar... será porque he tenido tiempo para observar, pensar, analizar, reflexionar. 

Cansada de tirar del carro, sí. No me importa mover a la gente, organizar los planes, prepararlo todo, proponer qué podríamos hacer o a dónde podríamos ir. Pero a veces paro y me doy cuenta que si no fuera por mis mensajes cada cierto tiempo, si no fuera porque voy arrastrando yo el carro, haría tiempo que se habría estancado en el camino. Puede que sea porque tienen cosas mejores que hacer, puede que prefieran empujar otros carros... no lo sé, lo único cierto es que ésta está en "stand by". 

En muchas ocasiones me he dicho... déjalo, si verdaderamente les importa esto, algo harán. Pero pasan y pasan las semanas y no ocurre nada. Ni siquiera un mensaje. Y entonces el cansancio de tirar del carro se hace más patente aún, porque entiendes que para que vuelva a marchar vas a tener que armarte de paciencia y mucha fuerza de voluntad para seguir y seguir tirando de éste y de todos los demás. No solo tienes que entender que a nadie más le importa si anda o no, sino que además te sientes en el deber o la obligación de hacerlo funcionar... porque deben tener otras preocupaciones. 

A veces me dan ganas de gritar ¡yo también tengo otras preocupaciones!¡Y aún así sigo aquí empujando para que esto dure por mucho tiempo! Si no me ayudáis dejaré de hacerlo, yo también quiero descansar, y si se queda en la cuneta, yo no voy a sacarlo.... Pero nunca lo hago, es mi manera de ser. Pongo el grito en el cielo, me enfado, me decepciono, a veces lloro y otras paso totalmente del tema, pero al final siempre termino actuando igual. Me olvido de todo lo malo, y sigo tirando. 

Pero hoy no quiero ser yo quien mande el mensaje... a mí también me gusta recibir uno de vez en cuando interesándose por cómo me han ido las cosas, por cómo se me presenta la nueva etapa, cuándo voy a tener un rato para tomarnos un café o simplemente salir a dar una vuelta y pasear por la ciudad. A mí también me gusta que de vez en cuando suene mi teléfono y al otro lado sólo quieran escuchar cómo estoy. 

Hoy, cansada de tirar del carro he bloqueado el móvil más de 5 veces... a punto he estado de seguir empujando. 

domingo, 1 de septiembre de 2013

Siempre... y si?

Y si....? Seguro que más de una vez en la vida nos hemos preguntado qué habría pasado si... hubiéramos hecho determinada cosa, no la hubiéramos hecho, nos hubiéramos dejado llevar en determinado momento, hubiéramos traicionado nuestros principios, hubiéramos tomado otra decisión...

Nadie se salva de un "y si...?". Pero, ¿porqué ese "y si..." vuelve y vuelve a nuestras vidas constantemente? Sin esperarlo, de repente un día sucede algo que te hace pensar de nuevo en ese "y si...". Nunca abandonará nuestras vidas, porque si nos preguntamos qué habría pasado en esa situación, es porque esa situación nos importó de verdad, es decir, en realidad tuvimos dudas, momentos de flaqueza, de no saber qué hacer, de encontrarnos perdidos y no saber qué hacer, si hacer caso al angelito o al diablillo que llevamos dentro.

La vida está plagada de multitud de "y sis...", no los podemos eliminar por completo, porque siempre, ante cualquier decisión, tenemos al menos dos posibles caminos, cuando no más de dos. Hay decisiones más importantes que otras, por eso, hay "y sis..." más recurrentes que otros.

Yo tengo un "y si..." muy recurrente, demasiado, y no me gusta tenerlo, porque la decisión la tomé en su día, y cada vez que aparece el "y si..." es como si tuviera que volver a tomarla.

No puedo explicar de qué se trata... no me salen las palabras, o quizá tenga miedo de que, dejándolas fluir, afloren otros sentimientos. No lo se. ¿Quá pasaría si.... escribiera y escribiera lo que pienso sin más? No quiero saberlo... y ante este "y si..." tengo dos opciones, escribir o despedirme aquí y dejarlo. Ahora mismo decido dejarlo.