lunes, 22 de julio de 2013

Hoy hablaré de aprendizajes y metas conseguidas

Hace mucho que no escribo en este lugar... en realidad hace mucho tiempo que no escribo en ningún sitio. Y no es porque me falten cosas que contar, sino porque he estado centrada en otros asuntos. 

Este año ha sido de locura. Y aunque este "balance" siempre se hace en los días previos o el mismo día de nochevieja, para mí hay balances importantes que tienen lugar en estas fechas. Y es que mi año, cuando hablo de año importante, empieza en septiembre y finaliza en julio. Mi año importante es el año académico... de momento. 

Éste, ha sido un año académico muy importante, por lo estresante y ajetreado que ha sido. En septiembre me embarqué en dos proyectos. Sabía a lo que me enfrentaba, así que no puedo decir que me ha pillado por sorpresa, porque al inicio ya sabía que uno de los dos iba a tener menos atención de la que debería, y que seguramente se resentiría. Pero dicen que las oportunidades sólo se presentan una vez, y a mi se me presentó, y no la he desperdiciado. Quizá hace unos meses pensaba que había sido toda una pérdida de tiempo y esfuerzo, y me sentía perdida porque no sabía a dónde me llevaba todo el trabajo que estaba haciendo. Pero a día de hoy puedo decir que no me equivoqué. 

He terminado mi segunda carrera, con mucho esfuerzo en los últimos meses, con muchos problemas, los propios de cursarla a "media distancia". Pero ahí está, algo que comencé por puro hobbie, por gusto, porque me llamaba la atención... y termino pensando que supone una gran aportación extra de formación para mi profesión principal, la de abogada. 

Y por fomentar esa profesión fue que, mientras he cursado 5º de Criminología, he estado cursando al mismo tiempo el primer curso del Máster de la Abogacía. De este primer curso del Máster me llevo algunos grandes profesores, muchos enfados, mucha incertidumbre, un repaso por toda la carrera de Derecho, pero sobre todo, la amistad de unas enormes y generosas personas. 

Los últimos dos meses he compaginado las semanas previas y el periodo de exámenes de Criminología, con las últimas clases del Máster y con una pasantía. Por lo que el tiempo, en el momento más crítico de uno y otro curso, ha brillado por su escasez. No obstante me las he arreglado bastante bien para llevarlo todo más o menos al día y tener tiempo para mi familia y amigos. 

Dejé la pasantía, y aunque no me siento orgullosa de este "pequeño fallo", creo que he hecho lo correcto. Porque me he esforzado mucho durante todo el tiempo que he pasado en la universidad para consentir que alguien se aproveche de mi nula experiencia profesional, pretendiendo obtener de mí servicios propios de un auxiliar administrativo, sin tener gastos de ningún tipo en cuanto a sueldo y seguridad social se refiere, ni siquiera gastos por desplazamiento. Tampoco puedo permitir que, teniendo los conocimientos, titulación y herramientas necesarias para hacer bien el trabajo encomendado, prácticamente de acusen de intrusa, en una profesión para la cual estoy perfectamente cualificada. Lo positivo de esta experiencia, sólo dos cosas: 1ª no aguantar en otra ocasión ese tipo de trato y 2ª cuando lleve un asunto de turno de oficio tengo que llamar al juzgado para preguntar por el procurador que me hayan asignado. Triste, pero cierto. 

Académicamente hablando, aún me quedan dos pasitos para terminar. El trabajo fin de máster y las prácticas en el segundo curso del Máster. Con esto finalizaré de una vez por todas mi experiencia universitaria. 

Me siguen surgiendo miles de dudas acerca de mi futuro profesional, pero dadas las circunstancias, creo que puedo estar contenta de haber tenido la posibilidad de haber seguido formándome. Las preocupaciones llegarán en septiembre, y para septiembre quedan unas cuantas semanas, así que de momento sigo escribiendo, investigando y disfrutando del verano y todo lo que trae consigo. 

Gracias a quien me lea, y gracias a la Sombra por hacerme la vida más fácil este "año importante".