lunes, 5 de mayo de 2014

Competencia feroz

Hace un año, cuando me puse en contacto con la realidad de mi profesión por primera vez, hubo mucha gente, compañer@s de profesión, que me dieron una palamdita en la espalda, me animaron a seguir dando pasos hacia mi asentamiento profesional definitivo, y con una sonrisa de oreja a oreja me decían que contara con ell@s para todo lo que necesitara. 

Todos hemos tenido una primera vez en el mundo laboral. Pero no todos han tenido la sensación de absoluta soledad profesional que me invade cada vez que me enfrento a un nuevo asunto, un nuevo cliente, un nuevo procedimiento. 

Al final todos aprendemos, pero no todos tenemos el mismo camino de aprendizaje. En una cafetería, si no sabes cómo funciona la máquina del café, te lo explican, pones dos cafés, y todos son iguales. En un supermercado, sino sabes cómo funciona la caja registradora, te lo explican y el segundo día das a las teclas sin mirar porque te las sabes de memoria. Una abogada sale de la facultad habiendo redactado, a lo sumo, una demanda en todos sus años de estudio. ¿Cómo se siente una cuando le llega su primer asunto y no sabe para dónde tirar? Sabes la teoría, sabes qué ley tienes que aplicar. Sabes, casi en el primer momento, cuánto de razón puede tener tu cliente y hasta dónde pueden llegar sus pretensiones, pero... ¿Cuánto tardará el Juzgado en darme fechas? ¿Qué clase de documentos me van a llegar a partir de ahora? Y un sin fin de preguntas más, por ejemplo... ¿cómo taso una actuación que no aparece en el libro? ¿qué puedo cobrar de mínimo? ¿y de máximo? ¿es necesario que presente tasación de costas, o me requiere el secretario? ¿este escrito lleva tasa? ¿habrá una vista de ratificación, cuándo?

Y ante todas las dudas del mundo mundial recurres a esa gente que hace un año te decía que podías contar con ella para todo lo que necesitaras... ¿y qué te encuentras? Absolutamente nada. Ni respuesta, ni atisbo de haberla. 

Y te quedas pensando, ¿de qué sirven esas normas importantísimas según algunos veteranos profesionales? Visto lo visto sólo son importantes algunas, pero no todas. Esa parte en la que los abogad@s tenemos la obligación de auxiliar a los "novatos" no se la han leído. No quiero que hagan mi trabajo por mí, sólo pido orientación. 

Una profesión en la que cada nueva incorporación se ve como una competencia, alguien más que te puede quitar a tu futuro cliente, alguien que no tiene ni puta idea. 

Estoy recordando una anécdota muy buena.... Estando en el despacho de una compañera para firmar un acuerdo extrajudicial, la compañera en cuestión llega comentando que acaba de poner una denuncia en comisaría porque le robaron el bolso en un restaurante. Decía que "total... no sé ni para qué me molesto si esto es sólo una falta de hurto". Cuando enumera todo lo que le habían sustraído, empiezo a hacer cálculos mentales (bolso de marca, iphone, cartera con 350 euros, llaves del coche y de casa...). Y con las mismas le digo a mi compañera que efectivamente es hurto puesto que no ha habido violencia, pero que sí merece la pena denunciar porque es un delito y no una falta. Lejos de, en todo caso, discutir conmigo jurídicamente sobre porqué le dí esa respuesta, lo único que hizo fue desacreditarme y humillarme como profesional con una sola pregunta: "¿Y tú eres abogada?". Aún no habíamos firmado el acuerdo, así que necesitaba tenerla a predisposición, así que me tragué lo que le hubiera contestado de ser otra la situación. Sí, soy abogada, joven, sin experiencia, pero al menos aún recuerdo la diferencia entre un delito de robo y un delito de hurto, pero sobre todo sé distinguir entre falta de hurto y delito de hurto, porque parecía que a esta compañera se le olvidó estudiar el artículo 234 del Código Penal. O eso o es que tiene en muy poco estima el dinero que cuesta su iphone, su bolso de marca y sus 300 euros de honorarios que llevaba encima. 

Esta anécdota me subió un poco la moral, ya que me dí cuenta que la experiencia es un grado, pero no es garantía de nada. 

Desde aquí le doy las gracias a tod@s los compañer@s que a diario siguen prestándome su ayuda y orientación, pero también se las doy a los que van poniendo zancadillas, porque provocan en mí un ánimo de superación más grande. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario