martes, 25 de febrero de 2014

Evaluación de una declaración

Saber si lo que nos están contando es verdad o mentira es importante. No ya en cuanto al contenido en sí de la historia que nos transmiten, sino también por la sensación de engaño y la desconfianza que provoca en nosotros descubrir que nos han mentido. 

En el ámbito jurídico, saber si una declaración es veraz cobra una especial importancia, pues en muchas ocasiones, que un asunto se decante hacia un lado o hacia el otro depende, unicamente, de las declaraciones de las partes o de los testigos. 

Algunas notas para conocer si el que tenemos enfrente nos está diciendo la verdad son las siguientes: 

    1. Criterios sobre características generales: estructura lógica, producción desestructurada (orden no cronológico) y cantidad de detalles, todo ello denotan veracidad. 

Las personas que fabrican una historia, generalmente no tienen la suficiente imaginación como para inventarse características y detalles relevantes. 

Pero además, los que fabrican mentiras puede que algunas veces sean suficientemente creativos como para considerar la incorporación de características como las que se han señalado, pero como no saben que esas características son esenciales para evaluar su declaración, con normalidad no las incluirán. 

    2. Criterios referidos a contenidos específicos: anclaje contextual, descripción de las interacciones, reproducción de las conversaciones, complicaciones inesperadas, detalles poco usuales, detalles superfluos, relación precisa de detalles mal interpretados, asociaciones externas relacionadas, explicación de estados mentales subjetivos. 

A los que inventan mentiras les falta, por regla general, suficiente conocimiento como para incorporar alguno de los criterios en la fabricación de sus historias. 

    3. Criterios referidos a la manera en que la declaración ha sido presentada: correcciones espontaneas, admisiones de falta de memoria, levantar dudas sobre el propio testimonio, autodesaprobación. 

Es realmente difícil incorporar muchos de los criterios enunciados en una declaración prefabricada. Nadie que invente una historia admitiría, por ejemplo, que se ha equivocado en algo, o que no recuerda algún detalle o acontecimiento. 


Los anteriores son algunos de los criterios de análisis del instrumento conocido como CBCA, "análisis del contenido basado en criterios", utilizado por psicólogos para evaluar el grado de veracidad de las declaraciones. Los criterios de la CBCA son de veracidad, es decir, si están presentes podemos afirmar que es probable que el relato sea veraz, pero su ausencia no determina la mentira. 

En la práctica cotidiana será complicado aplicar alguno de estos criterios, pues las mentiras de andar por casa son difícilmente detectables, pero quizá nos ayude en asuntos un poco más graves. 

Las notas con las que debemos quedarnos para determinar que una historia es veraz son: profusión de detalles superfluos y poco usuales, estructuración de la historia sin seguir un orden cronológico y aceptación de lagunas de memoria. 


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