lunes, 5 de agosto de 2013

Reflexiones y buenas conclusiones

Este fin de semana ha sido un no parar. Un no parar físico y mental. 

He tenido la oportunidad de hacer planes con personas a las que hacía tiempo que no veía. Buenos ratos con buenas personas. Momentos alegres, divertidos, agradables y reconfortantes, porque aunque haya pasado el tiempo, seguimos igual, nuestras relaciones no se resienten y eso solo puede querer decir una cosa: que somos buenos amigos, que lo nuestro es de verdad. 

Pero además he tenido tiempo para reflexionar sobre acontecimientos recientes y no tan recientes, sobre cosas que pasan poco a poco y que sólo cuando tienes perspectiva temporal y puedes juzgarlos desde lejos y todas juntas... te das cuenta de lo que ha ido pasando. También he tenido tiempo para darme cuenta una vez más que las primeras impresiones no me engañan. 

He pensado mucho sobre mi y todo lo que me rodea. He reflexionado sobre todo lo que ha venido, y me he preparado para lo que puede venir. Me da igual. Porque las conclusiones que he sacado de todo esto es que hay quien está conmigo. No me lo dice todos los días, ni le hace falta, porque en los momentos realmente importantes hace algo, actúa... y los hechos son los que quedan, porque las palabras se las lleva el tiempo. 




Tengo muchas cosas más que contar, pero no quiero, porque ya conté y las cosas no cambiaron. Y porque si cuento volveré a lo que he querido dejar atrás, que es decepcionarme una vez y otra vez más con personas que ya me decepcionaron y que se que seguirán haciéndolo. Es por ello que un paso más para dejar de decepcionarme y terminar asumiendo cómo son y en qué lugar me tienen es no hablar más de cómo me hacen sentir. 

Sin más... dentro de toda la confusión de sentimientos, me quedo con los buenos momentos que paso con las personas buenas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario