jueves, 14 de marzo de 2013

Absolutamente boquiabierta


Sobre la entrada de hoy (y después de mucho tiempo sin escribir) no sé por donde empezar. Estaba leyendo un blog y no he podido cerrar la boca en todo el tiempo que me ha llevado esta insoportable lectura.

Hace unas semanas, en mi muro de facebook apareció un enlace que había compartido algún amigo o amiga. Se llama "Radiografías de tribus urbanas: las abogadas". Sólo leyendo el título de la entrada pensé que podría ser gracioso o interesante, desde un punto sociológico, y profesional, puesto que soy abogada, o en proyecto de serlo. Pero al entrar a la entrada para ponerme a leer lo que se decía de nosotras, ya el titular que pretendía resumir todo el texto me dejó impresionada: "Una abogada siempre es una listilla tocapelotas", y sí, me lo tomé mal y como algo personal, no me considero una tocanosequé. Leí el primer párrafo, y harta de leer gilipolleces lo dejé estar, no quería tener un mal día. Pero hoy lo he vuelto a retomar, y creo que aunque me enfade y me indigne, esto que llevo dentro tengo que decirlo.

No hay ningún apartado de la entrada que tenga desperdicio. Pero por razón de escasez de tiempo, espacio y ganas, me limitaré a reseñar algunas lindezas:

"Lipstick Lawyers. Al grano: las tías buenas. Stilettos, traje chaqueta, falda tubo de escada, UVA y pelazo. Nuestra amiga se gusta y se sabe objeto de deseo. Y lo sabe y le pone. Y también sabe que su escote es un arma tan crucial como su talento, y eso la convierte en una zorra asquerosa contrincante de altura. (…) Nunca aprobará una oposición, ni maldita la falta que le hace. Su futuro es el bufete de papá o labores administrativas en Gárrigues o Cuatrecasas. O un buen marido, claro."

"Plain Jane (…) Al grano, son normaluchas -en el mejor de los casos- o directamente feas de cojones."

"Picapleito. La picapleitos estudió Derecho para salvar el mundo. Ni más ni menos. Es un poco rojilla (…)Es habitual que sean abogadas de oficio y un poco gafapastas."
"Power Lawyer. Es guapa pero no imbécil. (…) no te toca las pelotas más allá de lo estrictamente necesario."

Obviamente, habla de nuestros compañeros, los abogados, pero notad el tono en que lo hace:

"Otro día -claro- hablaremos de ellos: los abogados. Y lo haremos con especial mimo y ternura hacia mi tipología favorita: los opositores. Ese espécimen cuya vida oscila entre un flexo, un par de gemelos y alguna miradita de reojo a la sección de scorts del periódico."

Lectores y lectoras, juzguen ustedes mismxs, pero para mí, está muy claro.

Siguiendo con la crítica a este blog, para no quedarme con la sensación de juzgar el todo por haber visto solo una parte, he seguido buceando entre sus entradas. Sólo he entrado a leer aquellas que pertenecen a la misma categoría de "Tribus urbanas". En el resto, sólo habla de los hombres, y por supuesto, lo hace ácidamente, pero en otro tono muy distinto al que ha utilizado para hablar de las abogadas. Y cuando ha hablado tangencialmente de las mujeres de esos gremios ha utilizado adjetivos como "listilla", "solterona", "tocapelotas", y más que no quiero reproducir.

No he leído otras entradas, porque ya tenía bastante con sus títulos como:

                "¿Es posible entenderlas?", o

                "Guía de manipulación sentimental: la guerra psicológica", o

                "Guía de manipulación sentimental: la zalamería", o

                "Mujeres poco recomendables: las autosuficientes", o

                "Mujeres, manual de instrucciones. Exnovios".

Y paro porque me estoy poniendo negra.

Sin más que añadir, pues creo que sus palabras lo dicen todo… me despido indignada.



PD: Acabo de descubrir que el blog tiene un apartado de entradas clasificadas como "Otras mujeres poco recomendables". Me pregunto, ¿cuál será la mujer recomendable, la que obedezca sin rechistar y no opine ni hable acerca de lo que piensa? 

PD2: Por si quieren entrar a verlo por sus propios ojos: http://blogs.revistagq.com/nadaimporta/2011/09/radiografia-de-tribus-urbanas-las-abogadas/