Sobre la entrada de hoy (y después de mucho tiempo sin
escribir) no sé por donde empezar. Estaba leyendo un blog y no he podido cerrar
la boca en todo el tiempo que me ha llevado esta insoportable lectura.
Hace unas semanas, en mi muro de facebook apareció un enlace
que había compartido algún amigo o amiga. Se llama "Radiografías de tribus
urbanas: las abogadas". Sólo leyendo el título de la entrada pensé que
podría ser gracioso o interesante, desde un punto sociológico, y profesional,
puesto que soy abogada, o en proyecto de serlo. Pero al entrar a la entrada
para ponerme a leer lo que se decía de nosotras, ya el titular que pretendía
resumir todo el texto me dejó impresionada: "Una abogada siempre es una
listilla tocapelotas", y sí, me lo tomé mal y como algo personal, no me
considero una tocanosequé. Leí el primer párrafo, y harta de leer gilipolleces
lo dejé estar, no quería tener un mal día. Pero hoy lo he vuelto a retomar, y
creo que aunque me enfade y me indigne, esto que llevo dentro tengo que
decirlo.
No hay ningún apartado de la entrada que tenga desperdicio.
Pero por razón de escasez de tiempo, espacio y ganas, me limitaré a reseñar
algunas lindezas:
"Lipstick
Lawyers. Al grano: las tías buenas. Stilettos, traje chaqueta, falda tubo de escada, UVA y pelazo.
Nuestra amiga se gusta y se sabe objeto de deseo. Y lo sabe y le pone. Y
también sabe que su escote es un arma tan crucial como su talento, y eso la
convierte en una zorra asquerosa contrincante de altura. (…) Nunca aprobará una
oposición, ni maldita la falta que le hace. Su futuro es el bufete de papá o
labores administrativas en Gárrigues o Cuatrecasas.
O un buen marido, claro."
"Plain
Jane (…) Al grano, son normaluchas -en el mejor de los casos- o directamente feas
de cojones."
"Picapleito. La
picapleitos estudió Derecho para salvar el mundo. Ni más ni menos. Es un poco
rojilla (…)Es habitual que sean abogadas de oficio y un poco gafapastas."
"Power Lawyer.
Es guapa pero no imbécil. (…) no te toca las pelotas más allá de lo
estrictamente necesario."
Obviamente, habla de nuestros compañeros, los abogados, pero
notad el tono en que lo hace:
"Otro día -claro-
hablaremos de ellos: los abogados. Y lo haremos con especial
mimo y ternura hacia mi tipología favorita: los opositores. Ese espécimen cuya
vida oscila entre un flexo, un par de gemelos y alguna miradita de reojo a la
sección de scorts del periódico."
Lectores y lectoras, juzguen ustedes mismxs, pero para mí,
está muy claro.
Siguiendo con la crítica a este blog, para no quedarme con
la sensación de juzgar el todo por haber visto solo una parte, he seguido
buceando entre sus entradas. Sólo he entrado a leer aquellas que pertenecen a
la misma categoría de "Tribus urbanas". En el resto, sólo habla de
los hombres, y por supuesto, lo hace ácidamente, pero en otro tono muy distinto
al que ha utilizado para hablar de las abogadas. Y cuando ha hablado
tangencialmente de las mujeres de esos gremios ha utilizado adjetivos como
"listilla", "solterona", "tocapelotas", y más que
no quiero reproducir.
No he leído otras entradas, porque ya tenía bastante con sus
títulos como:
"¿Es
posible entenderlas?", o
"Guía
de manipulación sentimental: la guerra psicológica", o
"Guía
de manipulación sentimental: la zalamería", o
"Mujeres
poco recomendables: las autosuficientes", o
"Mujeres,
manual de instrucciones. Exnovios".
Y paro porque me estoy poniendo negra.
Sin más que añadir, pues creo que sus palabras lo dicen todo…
me despido indignada.
PD: Acabo de descubrir que el blog tiene un apartado de
entradas clasificadas como "Otras mujeres poco recomendables". Me
pregunto, ¿cuál será la mujer recomendable, la que obedezca sin rechistar y no
opine ni hable acerca de lo que piensa?
PD2: Por si quieren entrar a verlo por sus propios ojos: http://blogs.revistagq.com/nadaimporta/2011/09/radiografia-de-tribus-urbanas-las-abogadas/